Me gusta disfrutar de mi jardín, lo hago siempre que puedo y de muchas maneras.
Una de ellas, es aprovecharlo para tomarme algo en el, un café, una infusión, una cerveza, un vino o un cubata, ya eso al gusto del consumidor. Por esto, lo de disfrutar de tu jardín con una cerveza, ¿o no?, del título. Tú pon hay la bebida que más te guste.
Pero…
si te gusta la cerveza y tienes un jardín
esta es mi historia de la cerveza y el jardín.
Imagina…
Es verano.
Después de un día caluroso, en el que el sol se está poniendo y empieza a refrescar, y se puede salir ya de las casas, dejando atrás el aire acondicionado.
Sales al jardín, al fresquito, con tu cerveza bien fría, y te pones a charlar, echándote unas risas, con tu pareja, tus hijos, tus vecinos o tus amigos, si los invitas, (ahí no me meto y cada uno con quien quiera).
Y cuando te vienes a dar cuenta, es ya de madrugada, aquí es como se demuestra que te lo estas pasando bien, porque ha pasado el tiempo y ni te has enterado. En esos momento tener un jardín no tiene precio.
Es sin duda, una de las formas como más me gusta estar en mi jardín.
Jardín, cervezas, amigos, placer triple.
Pero para mí, todavía hay otro momento que supera esto.
Es un momento en el que estamos solos, mi jardín, una cerveza y yo.
Que lo disfruto como un gorrino.
Y si por la circunstancia que sea, en ese momento, estoy acompañado, ya no lo disfruto igual y me da hasta un poco de coraje.
Escucha…
Un día cualquiera del verano que me he levantado temprano para hacer algún arreglo o trabajo en el jardín:
- Limpieza.
- Arrancar mala hierba.
- Cortar el césped.
- Limpieza de la piscina.
- Podar los setos.
- Sembrar.
- …
pon aquí lo que tú hagas en tu jardín.
Y va llegando esa hora, alrededor de las 12.00 del mediodía, donde el sol empieza a pegar fuerte y tú ya has sudado bastante, y dices:
Por hoy ya está bien.
Vas a la nevera, sacas un botellín de cerveza bien frío (acuérdate de tener siempre al menos uno en la nevera, porque caliente o natural, la cerveza no sabe igual).
Te vuelves al jardín. Te sientas a la sombra. Te lo llevas a la boca y te lo tomas tranquilo y poco a poco, como si ya no tuvieras que hacer nada más en todo el día.
Mirando al infinito, o los más narcisistas al trabajo realizado, je,je,je.
Respirando profundamente y sintiendo el frío en la garganta a cada trago, sin escuchar nada, ni a nadie, dejando que la mente vaya donde quiera.
y se te olvida todo: el calor, el sudor, los dolores, los problemas…
Por lo menos a mí me pasa.
Esto te lo dice, una persona que no es un apasionado de la cerveza, de hecho solo la tomo en verano, porque como no sea bien fría y con mucha sed, el sabor amargo, como que no me acaba de cuadrar.
Ahora bien, con la camiseta empapada de sudor, y la cara y las manos llenas de churretes de haber estado trabajando con la tierra y las plantas, esa cerveza de después me sabe a gloria bendita.
Y en ese momento no cambio mi cerveza por nada.

Esta sensación de satisfacción tomándome una cerveza la descubrí cuando con 21-22 años estuve trabajando un verano como peón de albañil.
Imagínate todo el día, empujando carrillos, haciendo hormigón, levantando sacos de cemento, y cuando llegaba la 13:00 de la tarde y me mandaban a por la litrona fresquita, me mandaban a mí, porque era el más joven y además el novato.
Nos la tomábamos a buchitos compartiéndola, igual que antes, la camiseta empapada de sudor y las manos y la cara llenas de mezcla y hormigón.
Que ricaaaaa, como sentaban esos tres o cuatro tragos.
De hecho ahora cuando lo hago en mi jardín o huerto siempre me acuerdo de aquellos días de aquel verano.
Yo soy de botellín me gusta más que tirada en caña, la espuma tampoco es algo que aprecie, como verás soy un cervecero atípico.
Pero si a ti, te gusta la cerveza de tirador. Y sabes tirarla, que es otro punto a tener en cuenta.
Puedes disfrutar, como lo hago yo, o como más te guste a ti, no tienes por qué esperar a estar sudoroso y sediento para tomarte una caña, de unas cervezas tiradas en tu jardín, de forma fácil y sencilla, con la instalación de un tirador de cerveza en casa.
Así que, si te he despertado la curiosidad y quieres información para comprar un grifo de cerveza en casa espero que en este artículo encuentres el que mejor se adapte a tus necesidades.
Sino por lo menos comprar unos botellines en el Mercadona 😉.
Si no te gusta la cerveza, también puedes echar un vistazo por otros artículos en miminibar.com donde hablan de otras bebidas y cócteles que son estupendos para tomarlos aprovechando tu jardín.
Así me veo yo cuando me jubile.

Salud y disfruta tu cerveza.